PASEO POR EL MACIZO DE LA LLANA

Muy cerquita de casa tenemos todo un paraiso natural: vegetación, subida escarpada, florecillas y hasta una burra con su pequeña pollina, aún tomando leche materna.

Hoy no me apetecía para nada subir monte y mucho menos con el calor que hacía. Salimos del portal, con las botas, una botellita de agua y un par de plátanos, para una ruta de una horita. ¡Dios mio, y hace unos años las rutas que hacía eran mínimo de 5-6 horas! Que me he acomodado, ya lo sé.

Bueno, pues nada más enfilar la zona de monte, nos hemos encontrado con un grupo de espartanos, si, si, espartanos, con escudos y cascos dorados, y como enemigos por otra parte, un grupo que gritaba con lanzas y ataviados con pantalones tipo skater a cuadros negros. Era una grabación, nos hemos quedado con la duda si era el nuevo anuncio de cocacola para este verano. Pero vamos, que no me esperaba yo encontrar tabletas de chocolate a esa hora del día, je, je, je. Aunque un dulce no amarga a nadie.

(Esas cosas rojas del fondo son los espartanos)

Siguiendo con nuestra ruta, hemos divisado una mamá burrita y su pequeña burrita. Una estampa muy tierna, y resulta que la "platerilla" caprichosa, se ha acercado a mi que soy una asustona del copón y pedía muy graciosa ella caricias, acortando la distancia y pegándose cada vez más a mi, al final no me ha quedado otra que darle un par de pasadas con inseguridad. ¡Vaya pollina! No era tu día de suerte, otro día me armaré de valor y te daré más caricias y rascadas en tu morro.

Pues al final, aún con calor, con que los pantalones no me daban de si, con mi actual falta de agilidad y todas las esxcusas que me busco para no andar (siempre me pasa lo mismo cuando hago rutas...), me lo he pasado bien y todo (como siempre).